miércoles, 1 de junio de 2016

La campana de Gracia

Yo no lo quito


Gracia es hoy un distrito de Barcelona muy popular, muy catalán, y unido al núcleo histórico de la capital sin solución de continuidad, pero durante el siglo XIX para trasladarse a Gracia desde Barcelona, había que tomar una carreta en el límite de la ciudad, que estaba en lo que hoy es la Plaza de Cataluña, y seguir el camino a campo través que conducía a Gracia. Este camino es ahora una de las calles más hermosas de la ciudad, que es el Paseo de Gracia; y el camino que entonces hacían los carros, hoy se hace cómodamente en el metro. Y aquel campo que había que atravesar es ahora un espacio totalmente urbanizado en el que figuran muchas plazas y calles con nombres de Libertad, solidaridad, revolución, etc.lo que da una idea de que este barrio originalmente ha sido obrero y un tanto revolucionario.



En el centro de una de sus plazas, la llamada "Plaça de la Vila" donde se encuentra el edificio administrativo del distrito, existe una torre de 33 metros de altura con un reloj y una campana que se hizo famosa porque en el año 1868, poco antes de nombrarse la primera república española, estuvo sonando durante 24 horas como protesta por la llamada a filas de un grupo de sus habitantes. La campana se hizo tan famosa, que algo más tarde, en 1870, apareció un semanario republicano y anticlerical, que se tituló "La Campana de Gracia", cuyo primer número aparece en esta imagen.


Periódico que tuvo una larga vida, aunque llena de suspensiones hasta que desapareció, a mitad del siglo XX, en octubre de 1934 como periódico propiedad de Esquerra Republicana. Y de su tono anticlerical puede dar una idea esta portada.


Que nos puede dar una idea de que cuando las podemitas chillan eso de "ardereis como en el treinta y seis" deben ignorar que el sano deporte de la quema de iglesias en España es muy anterior a esa fecha.

Todas estas cosas nos han venido a la mente a causa de las luchas callejeras que tienen lugar en el barrio de Gracia entre los "ocupas" y la policía y los mozos de escuadra. Y suponemos que la actual alcaldesa, que inició su carrera política defendiendo a los "ocupas", debe estar muy preocupada sl contemplar como se le está encabritando "su gente", y como los mozos de escuadra están dándose cuenta de que tienen que actuar sin apoyo legal en su labor de mantener el orden y la ley.




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