domingo, 31 de enero de 2016

El mito de Galileo

Yo no lo quito


Estos días en los que se van recibiendo noticias de los observatorios astronómicos y del sistema planetario en el que vivimos, no podemos menos que recordar la figura de Galileo, que fué uno de los grandes genios del Renacimiento. Sin embargo su figura ha sido utilizada como arma arrojadiza contra la Iglesia Católica a causa del famoso proceso, Y es curioso que la mayoría de las gentes conoce más a Galileo por su proceso que por sus descubrimientos científicos por lo mucho que se ha manipulado este tema.


La mayoria de la gente está convencida de que Galileo fué condenado por eñl Tribunal del Santo Oficio por haber afirmado que la Tierra se mueve alrededor del Sol, lo cual es absolutamente falso.La teoria heliocéntrica no había sido expuesta por Galileo, sino por Nicolás Copérnico en el año 1543.en una obra titulada "De revolutionibus orbium coelestium", Obra dedicada, por cierto, al Papa Paulo III, y cuya publicación fué patrocinada por dos príncipes de la Iglesia; el cardenal Schoemberg y el obispo de Kulm,Tiedeman Giese. Y nadie condenó por ello a Copérnico. Galileo, que había nacido en Pisa, tenia entonces un año. 

A Galileo no se le condenó por científico, sino por charlatán, lo que es totalmente distinto. Por querer divulgar teorías que, aparentemente, ponían en el entredicho las Sagradas Escrituras; y por querer sacar consecuencias teológicas de lo que sólo era una teoría científica que todavía no estaba plenamente confirmada.

Curiosamente, fueron los protestantes quienes más se opusieron a la teoría copernicana, especialmente Lutero y Melanchton. Y el célebre Juan Kepler (el de las órbitas elípticas), que explicaba su teoria en la Universidad protestante de Tübingen, tuvo por ello que huir a refugiarse en los jesuitas de Graz e Ingolstadt.

En el Renacimiento se produce una crisis.No solo una crisis religiosa porque la Reforma está en todo su apogeo, sino una crisis en todos los ámbitos de la Ciencia. Acababa de descubrirse la circulacion de la sangre; la Medicina de Galeño y Avicena estaba dando un cambio total; se estaban descubriendo nuevas tierras y el panorama del medioevo estaba sufriendo una transformación total. Los científicos como Ticho Brahe, Lord Bacon, Milton, opinaban como lo hacía la Iglesia, que las nuevas teorias no eran más que hipótesis que no debian ponerse al alcance del vulgo, al menos si no estuvieran totalmente confirmadas. La Iglesia, en la medida que tales ideas pudieran influir negativamente en la fé de los fieles, aunque no de oponía a la investigación científica, consideraba que ante estos descubrimientos debía actuarse con la debida cautela. Galileo, quizás por un ansia de notoriedad, como Giordano Bruno, opinaba lo contrario. Incluso un científico moderno como Werner Heisemberg, escribe que él mismo se habría visto obligado a condenar a Galileo si se le hubiera convocado ante el Colegio Cardenalicio.

Lo que quizás habría que decir en el proceso de Galileo es que la Biblia no pretende dar lecciones de astronomía, y en todo aquello que menciona, lo hace en un lenguaje vulgar.  Como también habria que decir que las terroríficas historias sobre el proceso de Galileo no son más que un más entre tantas mentiras destinadas a engañar a la gente.

Porque Galileo no fué torturado, ni siquiera amenazado con la tortura. Y cuando se le condena es a un arresto domiciliario en su villa de Arcetri donde vivia rodeado de sus libros e instrumentos científicos. Y durante el tiempo de su arresto estaba obligado a rezar tres salmos diarios; lo que Galileo, que era devoto, cumplió rigurosamente. Aparte, una vez cumplido el arresto, el Papa le pasaba una pensión vitalicia, a lo que no estaba obligado porque Galileo era ciudadano de Florencia, y no de Roma.

Y como Galileo era de edad avanzada, a pesar del arresto se le permitió la compañía de uno de sus discípulos Vincenzo Viviani, que estuvo a su lado hasta que la muerte le sobrevino en 1642, recibiendo la bendicion papal.


No hay comentarios:

Publicar un comentario