lunes, 13 de abril de 2015

La cosa esa del cambio

Yo no lo quito

La idea del cambio, el deseo de cambios, es algo que a los españoles nos divierte mucho. Ya cuando estudiábamos el bachillerato nos inculcaron la idea del "panta rei" (todo fluye) que se atríbuía a un filósofo presocrático llamado Heráclito de Efeso, que era este señor de la barba florida.

Lo que aquel señor nos explicaba es que la realidad que el mundo nos ofrece está sometida a una constante modificación. Y, según nos cuenta Platón, nos daba el ejemplo aquel de que nunca nos bañamos dos veces en el mismo rio, porque nada permanece

Y esta ilusión por el cambio la fomentaba el Partido Socialista Español en aquellos carteles de propaganda que se fijaban en la paredes cuando el PSOE fué legalizado (oficialmente) en el año 1977. Y declmos  "oficialmente legalizado" porque, al menos, bajo el franquismo y en la clandestinidad, estuvo tolerado. Y un ejemplo del aprovechamiento de la ilusión del cambio es ésta


Claro que el renaciente partido socialista necesitaba hacer un uso de su historia que le diera cierto Prestigio, y entonces a su eslógan le añadió aquello de los "cien años de honradez" aludiendo a su antecesor , que se llamaba Paulino Iglesias Posse, pero al que todos habían llamado Pablo, seguramente por aquello de que todo fluye.



Y es que el tal Paulino había sido el fundador del Partido Socialista Obrero Español, que introdujo en España con sus partidarios las primeras pancartas en las que se podía leer ¡Viva Rusia!, como puede verse en esta foto de la prensa madrileña del 1 de mayo de 1919 en la que se observa una manifestación contra la embajada de Francia con lanzamiento de piedras


En la Historia del Partido Socialista Obrero Español aparece quien va a ser su refundador. Un tal Felipe González Márquez, sevillano, que estudió en los Padres Claretianos de Sevilla y en 1966 se licenció en Derecho en esta Universidad. De sus años de estudiante es esta foto en la que aparecer el que se llamó "clan de la tortilla", formado por jóvenes antifranquistas  de comienzos de los años 60, y donde se ven algunos de los que formaron parte de su bufete de abogados laboralistas 


En 1962 Felipe González ingresó en el Partido socialista, que la policía conocía y toleraba para poder hacer uso de él contra el comunismo que, dirigido por Santiago Carrillo estaba incordiando al gobierno español. Por este motivo, cuando del 11 al 13 de septiembre de 1974 tuvo lugar el XXVI Congreso del Partido Socialista en Suresnes, el PSOE en el exilio tenia 1049 afiliados en Francia, Alemania, Mejico y Gran Bretaña, y en España 2548 afiliados.

Huelga decir que los socialistas españoles fueron dotados de documentos para que no fueran molestados por la policía de fronteras, porque el gobierno español, de acuerdo con lo establecido por Carrero Blanco, prefería tener en España un socialismo presidido por González que por Rodolfo Llopis. Y la única anécdota que ocurrió al regresar a Sevilla  es que el un comisario de policía de Sevilla, creyendo que realizaba una hazaña, detuvo a Felipe González y tuvo que soltarlo inmediatamente.


De aquel Congreso salió nombrado Felipe González Primer Secretario  y Alfonso Guerra Segundo Secretario. La verdad es que González tuvo también apoyos importantes de Willy Brandt y de Olof Palme.


Brandt, González, y Guerra.

Pero, como decía Heráclito, todo cambia. Y Felipe González es ahora el mejor amigo del millonario libanés Slim, hasta el punto de que se llegó a rumorear si terminarían siendo consuegros Pero esto no es más que un chisme.La hija de Slin se ha casado felizmente. Lo cierto es que son muy amigos. Como también lo es del rey de Marruecos.






Ahora se está dedicando a dar consejos a Pedro Sanchez.


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