lunes, 2 de marzo de 2015

La defensa de Cerro Muriain

Yo no lo quito

Dedicado a mi gran amigo y mejor compañero, el coronel de Caballería, (para los amigos) Perico Mediavilla Cuyás.

El día 3 de febrero de 1875, durante la tercera guerra carlista, tuvo lugar la batalla de Lácar, que algunos denominan "la sorpresa de Lácar" porque fué una verdadera sorpresa que se llevaron las tropas del gobierno de Madrid . Tan sorpresa que allí estuvo a punto de caer prisionero el joven rey Alfonso XII que acababa de hacerse cargo de la corona de España y pretendía terminar con aquella guerra. Razón por la que se le aplicó el sobrenombre de "el Pacificador", porque terminó con ella.

Lácar, este pueblo de Navarra, dió su nombre a un famoso y heroico Tercio de requetés en nuestra guerra civil, y todavía realiza una de estas "reproducciones" históricas que ahora se han puesto de moda por muchos pueblos de España, y de las que da fe esta imagen de una celebrada hace un par de años en Lácar.


La última fase de esta batalla la constituye la heroica defensa de Cerro Muriain. Una posición que había sido fortificada anteriormente por los carlistas y que en el momento de ser atacada estaba ocupada por un batallón de infantería denominado Reserva de Cáceres, cuatro compañias del Regimiento de la Princesa, una sección de Ingenieros y cuatro piezas de artillería, todo al mando del Teniente coronel D, Pedro Mediavilla.

Desde su posición, don Pedro pudo darse cuente de lo que estaba ocurriendo en Lácar, y tomó las disposiciones para recoger a los soldados que huían de Lácar y la decisión de resistir a toda costa para evitar que cayera en manos de los carlistas. Pronto los carlistas atacaron la posición haciéndose pasar por tropas amigas, que fueron recibidos a tiros, pero consiguieron entrar en la posición y matar al capitán de Ingenieros don Joaquín Hernández.

Mediavilla, que había formado dos columnas con sus soldados bisoños de Cáceres, acudió por la derecha al frente de una columna, y dejando al comandante Alday que atacara por la izquierda. También se le unió la seccion de Ingenieros.

El teniente coronel Mediavilla pronto cayó herido de un bayonetazo en el cuello, salvándole la vida un gastador de Cáceres que le seguía,  montó inmediatamente a caballo animando con su potente voz a los valientes soldados que le seguían, y consiguiendo rechazar el ataque de los carlistas. Por cierto que su caballo sufrió en aquel combate hasta 27 balazos.

El dia siguiente el rey Alfonso XII visitó la posición de Cerro Muriain y ascendió a coronel a don Pedro Mediavilla y le concedió una cruz laureada de San Fernando. Al término de su carrera militar se hallaba en posesión de dos laureadas




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