jueves, 17 de julio de 2014

Aniversario

Yo no lo quito

Hoy, dia 17 de julio, se cumplen los 78 años de la iniciación del Movimiento Nacional. Aquel día, por la tarde, el Comandante don Joaquín Rios Capapé empezó a moverse al frente del III Tabor del Grupo de Regulares de Alhucemas nº 5, en dirección a Melilla cumpliendo la orden del coronel don Juan Bautista Sánchez González, mientras la guarnición de Melilla se sublevaba.

De este modo se terminaba aquella República española que tantas ilusiones  y tantas alegrías había dado a sus ciudadanos. En realidad, ya en Octubre de 1934, los socialistas quisieron dar su golpe de estado revolucionario con el que estaban soñando desde hacía años. Y eso mismo que decimos ahora ya lo afirmaban los socialistas en sus carteles de la guerra civil. Vean, por ejemplo, éste en el que se




relaciona la defensa de Asturias en 1937 con la revolución de 1934 que fué una rebelión contra la República Española, que tuvo que sacar al general Franco de Palma de Mallorca para resolver el problema que estaba ligado al intento separatista de Cataluña de aquel mismo año.



Claro que esto no lo decimos nosotros, sino que lo decía el diario El Socialista en junio de 1934 al referirse a un discurso de Prieto. Y como quien lo decía era El Socialista, pues habrá que creerlo que es lo que nos ordena la ley de memoria histórica.

También Indalecio Prieto, en un gesto que le honra, llegó a declararse culpable de su participación en la revolución de 1934, en un discurso pronunciado el 1º de mayo de 1942 en el Centro Cultural Pablo Iglesias de la capital de Méjico. Y lo hizo con estas palabras:

"Me declaro culpable ante mi conciencia, ante el Partido Socialista y ante España entera, de mi participación en aquel movimiento revolucionario. Lo declaro como culpa, como pecado, no como gloria. Estoy exento de responsabilidad en la génesis de aquel movimiento, pero la tengo plena en su preparación y desarrollo. Por mandato de la minoría socialista, hube yo de anunciarlo sin rebozo desde mi escaño del Parlamento. Por indicaciones, hube de trazar en el Teatro Pardiñas, el 3 de febrero de 1934, en una conferencia que organizó la Juventud Socialista, lo que debía ser el programa del movimiento. Y yo - algunos que me están escuchando desde muy cerca, saben a qué me refiero- acepté misiones que  rehuyeron otros, porque tras ellas asomaba, no sólo el riesgo de perder la libertad, sino el más doloroso de perder la honra. Son embargo, las asumí".

Aquello había sido una revuelta socialista contra la República. Una revuelta que se iniciaba desde el 14 de abril de 1931 en que había nacido, y cuyo principal alentador había sido su Presidente Francisco Largo Caballero, a quien llamaban "el Lenin español".




Cuando aquello que se sigue mencionando incorrectamente  como la revolución de Asturias se acabó, Indalecio Prieto tuvo que escapar a Francia metiendo su humanidad en el maletero de un coche que conducía uno de sus amigos, el aristocrático comandante de Aviación Ignacio Hidalgo de Cisneros que había llegado de Italia donde se encontraba como agregado militar para que Prieto no pudiera caer en manos de los republicanos. Y no pudo salir del maletero hasta haber cruzado la frontera francesa.

En cambio, cuando el juez instructor tuvo que tomar declaración a Largo Caballero, éste negó cualquier participación en aquella revuelta, pese a ser entonces el Secretario General del Partido Socialista.
  
Dos años más tarde aparecería en el frente de Madrid vestido de miliciano y armado con un fusil mauser, como puede verse en esta imagen.


Pues para que todo aquello se acabara empezó la guerra española. Y ganaron,lógicamente, los que tenían que ganar por unidad, disciplina y valores militares, que no son solamente la táctica y la logística, sino muchas otras cosas más que no se aprenden en las universidades.



Jura de bandera de la 1ª Promoción de alféreces Provisionales en Avila. El tercero de la columna (con guerrera) era Alvaro Barón y González -Tablas que murió dos meses más tarde, en marzo de 1938.

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