lunes, 30 de junio de 2014

Santoral

Yo no lo quito


Ayer, 29 de junio, la iglesia celebró la fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo. Dos personas de distinta formación porque Pedro era un humilde pescador y Pablo un intelectual discípulo de Gamaliel, fariseo, y de la tribu de Benjamín, que en su juventud se dedicó a perseguir a los cristianos hasta que en un viaje a Damasco cambió totalmente al oir una voz que le decía: "Shaul, Shaul, lamma radef li" (Saul, Saul. ¿por qué me persigues?).

Lo mismo Pablo que Pedro extendieron la fe de Cristo no sólo entre los judios, sino que la ampliaron al resto de los paganos. Antes Pedro que Pablo, pero ambos cayeron víctimas de la persecución romana en tíempo del emperador Nerón. Los dos murieron en Roma, Pedro crucificado y Pablo decapitado porque era ciudadano romano. Curiosamente, el humilde Pedro, y no el intelectual Pablo, fué el primer Pontífice de la Iglesia Cristiana. Por eso a Pedro se le suele representar llevando en las manos las llaves del Reino de los Cielos, mientras que a Pablo se le representa también a veces con una espada, que fué el arma que le dió el martirio.


De Pablo sabemos que realizó tres viajes misionales. En el primero, más corto que los demás, tuvo ocasión de cristianizar en la isla de Chipre al gobernador Sergio Pablo y a partir de aquel momento tomó el nombre de su quizás primer bautizado.

El segundo viaje fué mucho mas largo, y cuando estaba ya a punto de terminarlo, se le ocurrió entrar en Arenas, que era la ciudad más importante de los griegos, y cuna de filósofos y sabios. Para ello se alojó en el barrio del Keramicos, situado al noroeste de la Acrópolis, que era el barrio de los alfareros, y desde allí se dirigió al Agora para discutir con los atenienses e intentar catequizarlos. Pero Atenas era mucho Atenas, y tenía más dioses que ciudadanos, y éstos lo rechazaron de golpe. Chocó con la soberbia ateniense.

Atenas es una ciudad antigua de unos tres mil años que posee un verdadero tesoro arqueológico y artístico, y a lo largo de la Historia ha ido creciendo en habitantes que se le han sumado en distintas épocas, lo que da a esta ciudad una calidad urbanística un  poco desordenada. Por eso el español Agustin de Foxá un día llegó a decir  con aquel humor que le caracterizaba, que: "Atenas es como Albacete, pero con columnas". Lo cierto es que en esta ciudad Pablo se llevó un verdadero disgusto que hizo que se trasladase a Corinto, rival de Atenas en algunos aspectos, y allí sí pudo crear una comunidad cristiana importante.

Sin embargo, Atenas, con el paso de los años, rindió un homenaje a Pablo, y hoy dia existe una Avenida que une el antiguo barrio Keramicos con el Agora, y que tiene el nombre de Odos Pavlos Apostolous, que rememora el paso por ella del santo misionero que tuvo que recorrerla con amargura.

Estas cosas se las recuerda a este Asno el ver como en estos momentos la iglesia empieza a darse cuenta de que la Europa cristiana se está descristianizando a pasos agigantados y ha conseguido que jóvenes se apunten a lo que ahora se llama "Misiones" para colaborar con los párrocos en los meses de verano. A todos estos muchachos y muchachas va dirigido este recuerdo cuando acaban de terminarse las clases y algunos de ellos van a dedicar parte de sus días de descanso a la labor misional. Que Dios les guie y que no tengan que sufrir si algún granuja les molesta.



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