sábado, 7 de junio de 2014

Sandeces

Yo no lo quito

La noticia de la abdicación del todavía Rey Juan Carlos I está dando lugar a que los periodistas. especialmente los clásicos lameculos al servicio del partido que les utiliza, se hayan desmelenado diciendo tal cantidad de simplezas, necedades o paridas, como ustedes prefieran, que aunque nada ya nos sorprende, no pueden por menos que inquietarnos y avergonzarnos.

 Todo ello, amenizado por la actitud de la izquierda  en muchas ciudades de España, en la forma que puede verse en esta imagen pidiendo por las calles de Madrid la Tercera República española.




Frente a estas manifestaciones discordantes, la prensa no hace otra cosa que ofrecer titulares como éste



escrito por la famosa Victoria Prego que, en su día fué llamada algo así como "la musa de la tansición". Pretender que Juan Carlos I no puede compararse con Leovigildo o Recaredo, con los Reyes Católicos, Carlos I, Felipe II o Carlos III es tan ridículo como sus elogios a la persona del difunto Adolfo Suárez, de quien también ha llegado a escribir sus correspondientes elogios.




Y es que los periodistas se han encargado de crear opinión por encargo de quien les paga sin llegar a distinguir  una cosa que es la opinión pública de otra que es la publicada. Por eso (y porque nos están tomando el pelo) es fácil encontrar junto a los elogios al todavía Rey, noticias como esta otra



Por la que se nos informa de que en estos momentos, el gobierno está trabajando al máximo para conseguir el aforamiento de un Rey tras su abdicación (es decir, su exclusión de la justicia ordinaria) al que también se considera como el mejor que ha tenido España en toda su Historia. Uno se pregunta inmediatamente, si el Rey ha sido tan buen gobernante ¿a santo de qué vienen esas prisas por su aforamiento? Claro que en España el número de aforados es inconmensurable.

Por supuesto que esto nadie nos lo va a explicar.

Y, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, estas cosas nos recuerdan lo que ocurría en España hace ahora ochenta años, en el mes de junio de 1934 cuando todavía no se había producido la revolución que iba a cambiar España, y de la que Indalecio Prieto se confesó responsable ni de la sublevación de Lluis Companys. Esto es lo que ocurría el dia 10 de junio de 1934.

"Dia 10.- En el monte de El Pardo un grupo de las juventudes socialistas están cantando "La Internacional", Cerca se encuentra un grupo de 4 o 5 jóvenes falangistas a los que se quiere obligar a cantar también La Internacional. Se niegan y les rodean. Se ceban con el joven estudiante de 17 años Juan Cuéllar al que golpean barbaramente  (golpes, arrancaron el pelo, le pegaron con un cántaro de vino, patadas, bailan alrededor de su cadáver, llegando incluso la comunista Juanita Rico (a la que Rafael Alberti dedicó unos versos por su acción) a orinar sobre su cuerpo moribundo.


Por el aviso de un amigo del joven que estaba escondido y por los gritos de unos bañistas acude la guardia civil, que no puidodetener a los asesinos, sino a un grupo de falangistas que venía a recuperar el cadáver y auxiliar al compañero que estaba escondido. El cadáver quedó tal que su padre no podía reconocerlo.

Aquel mismo día y como represalia, cuando el grupo asesino cruzaba la calle de Eloy Gonzalo en el que se encontraba Juanita Rico, un grupo falangista abrió fuego sobre ellos, derribando a Juanita Rico y dos hermanos más. El gobierno hizo enterrar en secreto a Cuéllar, pero permitió desfiles puño en alto en el de su asesina.

Aquel día también explosionaron varias bombas en Madrid."

Huelga decir que en aquellos momentos el gobierno era de la derecha.

Mientras tanto, celebremos la orgía de banderas republicanas.






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