jueves, 17 de octubre de 2013

Ucrania

Yo no lo quito

Este Asno debe confesar que desde su más temprana juventud ha sentido un espeial atractivo por esa región del Este de Europa que conocemos con el nombre de Ucrania, que es su nombre romanizado, porque en realidad se llama Ukrajina, que viene a significar "tierra fronteriza". Exactamente lo mismo que nuestra palabra Extremadura, y que a muchos les hace sonreir cuando pueden leer en el escudo de nuestra querida Soria aquello de :"Soria pura, cabeza de Extremadura". Porque Soria fué durante años también una tierra fronteriza; una "Extrema Daura".

Nos gusta la bandera de Ucrania, esas dos bandas iguales, una con el color azul del cielo, y otra debajo con el amarillo de los campos de trigo de la tierra.




Nos gusta también el escudo nacional ese que tantas veces hemos visto en los sellos ucranianos sin poder aclararnos sobre qué era lo que representaba. Se trata de un tridente que viene a ser como un símbolo mágico de tiempos muy remotos.


Esta fértil tierra ucraniana ha sido víctima a lo largo de la Historia de la codicia de turcos, tártaros y polacos, y, tierra de cosacos, se ha visto obligada a enfrentarse con unos y con otros, como refleja la famosa novela histórica de Nikolai Gogol, "Taras Bulba" trasladada al cine con un protagonista de la talla de Yul Brinner. en la que representa a un caudillo cosaco del diglo XVI. Pero también se trata de estos temas en la obra de Alexandr Pushkin "La hija del capitán" y en "Los cosacos" de Leon Tolstoi. También Ucrania ha producido buenos cuentistas comoWladímir Korolienko. o Arcadi Averchenko que a este Asno le hicieron disfrutar en sus años mozos.

Pero no es el enorme valor de la literatura rusa, o de la música, sino el espectáculo de la organización FEMEN, que ha teniudo que nacer, precisamente, en la hermosa tierra ucraniana. Tierra hermosa que también engendra mujeres hermosas, que todo hay que decirlo.

Pero ocurre que una de las cabecillas de esta organización libertaria y antireligiosa en una tierra de cristianos, una fulana conocida como Inna Schevchenko, ha tenido que verse obligada a abandonar su tierra natal para refugiarse en Francia, donde ha estado propagando los "valores" de su organización que consisten en la exigencia del "derecho al aborto" y manifestarse semidesnudas por las calles de las ciudades donde se han organizado La razón de este exilio forzoso es que un mal día tuvo la ocurrencia de serrar una cruz de madera que se había instalado en recuerdo de los cristianos desaparecidos durante el dominio de la Unión Soviética y se vió obligada a escapar de la policía ucraniana.

La última noticia que nos llega a esta redacción es que la República Francesa ha sustituido la imagen de su "Marianne" en los sello de correos, una cara bonita con su gorro frigio encasquetado por la de esta bella ucraniana.Y si alguien duda de lo que decimos, aquí aparecen estas imágenes.La de la derecha es la foto de la Schevchenko, y la de la izquierda es la que aparece en los sellos de correos




Nuestros lectores menos jóvenes recordarán que la imagen de "Marianne" la ocuparon en su día Brigitte Bardot y Leticia Casta. No sabemos si esto es una nueva gracia del actual Presidente Hollande, pero nos imaginamos que a muchos franceses no les habrá hecho mucha gracia.

En cambio le debe haber gustado mucho a la musa de FEMEN, porque ha comentado: "Asi los franceses cuando tengan que pegar el sello, me lamerán el culo".

Esto nos hace recordar que el famoso escultor Praxiteles, autor de tantas imágenes de diosas griegas, utilizaba como modelo a una "hetaira" famosa con la que convivía. Esta se llamaba Friné, y solía bañarse desnuda públicamente dos veces al año coincidiendo con las fiestas de Eleusis y Poseidón, y toda Atenas se congregaba para contemplar su belleza. Ella estaba tan orgullosa de sí misma, que llegó a celebrar unos actos religiosos por su cuenta, y fué condenada por ello. Pero la defendió un magnífico abogado, un tal Hipérides, que como toda defensa lo que hizo fué  quitarle el velo que la cubría. Los jueces la contenplaron, largamente suponemos, y decidieron concederle la absolución.

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