lunes, 30 de septiembre de 2013

Independencias

Yo no lo quito



El espectáculo que nos está proporcionando Artur Mas con sus declaraciones sobre la independencia de Cataluña empiezan a hacernos pensar que este hombre anda perdiendo el "oremus", como se decía en mi niñez por estos pagos catalanes. Ahora resulta que no quiere poner fronteras, sino independizarse. Bueno, pues que expliquen en qué consiste eso, pero sin desmelenarse como hemos podido ver en la pantalla de la caja tonta.

Precisamente, este Asno ha tenido ocasión de leer un artículo en el que se pone a la provincia de Almería como límite sur de la expansión catalana. Es decir, más al sur de lo que ahora se llama Murcia. Incluso alguien se vnagloriaba de haber hecho una foto con la bandera "estelada" en la población de Castell de Ferro, que todavía está más lejos porque pertenece a la provincia de Granada. Y ante tanta majadería  vamos a poner las cosas en claro.

Ciertamente, la región murciana había sido sometida a vasallaje por el Rey de Castilla en el año 1243, pero los murcianos se habian sublevado con ayuda del rey nazarí de Granada, y los gobernantes del norte de Africa en el año 1264.

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 Violante de Aragón, reina de Castilla




. Ante esta situación, la esposa de Alfonso X  de Castilla, que era la reina Violante, pidió a su padre, que era Jaime I el Conquistador, que enviase  tropas aragonesas para sofocar la sublevación, y allí fué el principe Pedro (futuro Pedro III el Grande) que volvió a conquistar el Reino de Murcia, dejando allí a más de 10.000 aragoneses y catalanes. Pero el Tratado de Almizra en 1244 dejaba bien claro que Murcia pertenecía a Castilla. O sea, que fué una ayuda prestada de un rey a su yerno dentro del plan de reconquista
de España.

Porque la idea de reconquistar la península española expulsando a los musulmanes invasores como una cruzada más en el siglo XIII, estaba en la mente de los reyes de Castilla, Aragón y Navarra. Y esta idea es la que daba cuerpo a lo que ahora llamamos España. Aparte del parentesco que existía entre ellos. Por eso, cuando Jaime I de Aragón acude al IIº Concilio de Lyon respondiendo a la llamada del Papa Gregorio X para organizar una cruzada, ofrece la cooperación de sus hombres y su flota para participar en ella. 



El Concilio fracasó porque los Templarios se negaron a intervenir, y cuando el rey Jaime abandona Lyon exclama: "Barones, ya podemos marcharnos; hoy, a lo menos, hemos dejado bien puesto el honor de España".

Y cuando se habla del parentesco de los reyes castellanos, aragoneses y navarros, recordemos las palabras de aquel gran cronista Ramón Muntaner reclamando una acción conjunta de los  reyes de España "que son d´una carn e d´una sang"

Pero, claro, eran otros tiempos.

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