Yo no lo quito
La noticia de hoy es la que se esperaba. Y hasta el diario más pastelero y más subvencionado por la Generalidad de Cataluña.no tiene más remedio que decir la verdad de lo que está ocurriendo. Vean la primera página del ejemplar de hoy, víspera de San Juan.
Y esto pone en evidencia que el hoy presidente de la Generalidad es un petardo de esos de no te menees. Ya lo sabíamos; pero por si todavía hay quien lo duda, ahí está La Vanguardia para demostrarlo.Porque en estos momentos a lo que ha llegado es a conseguir que Esquerra Republicana de Catalunya se alce con el poder en las próximas elecciones.
Esto no se puede discutir con los de la "ceba" (la cebolla) porque es como ponerse a discutir con una pared, pero como en este Alimoche no tenemos quien nos quite la palabra, quien nos niegue lo más evidente, y quien nos impida expresar libremente nuestros pensamientos, vamos a contar unas cuantas cosas que podrian interesar a nuestros lectores.
1.- La beatificación de Luis Companys.
No se escandalicen, hombre. Pero seguramente ustedes ignoran que hace un par de años un grupo de sedicentes católicos catalanes pidieron al entonces Papa Benedicto XVI, a través del Obispo de Barcelona, monseñor Martinez Sistach, que se reconociera como "siervo de Dios" al ex-presidente de la Generalidad de Cataluña Lluis Companys Jover. Concretamente decían: "En este escrito pedimos a Su Santidad que se inicie el proceso para reconocer al Presidente de la Generalitat Lluis Companys como "Siervo de Dios", primer paso hacia su beatificación".
Hoy ya no es ningún secreto que Companys era masón y pertenecía a la Logia Lealtad, cuyo local estaba en la calle de Aviñó, donde ahora está instalada la Gran Logia Simbólica Española
Companys, puño en alto, con el cónsul soviético Owseenko
También es interesante lo que cuenta en su libro "Todos fuimos culpàbles" el masón Juan Simeón Vidarte, que relata una curiosa escena. Este hombre, socialista muy destacado, había llegado a Barcelona acompañando a otro que era un sacerdote clatretiano que marchaba camino de Francia. En Barcelona habló con Companys y éste le dijo con jactancia que: "de esos en Barcelona ya no quedaban porque habian acabado con todos". Y ustedes se preguntarán como era posible que un socialista y masón estuviera acompañando a un sacerdote que se escapaba a Francia. Pues no se preocupen, porque aquel sacerdote era el hermano menor de Juan Negrín.
Es cierto que al haberse apoderado de las calles de Barcelona los anarquistas, Companys, que era muy amigo de muchos de ellos porque los había defendido desde el bufete de Francisco Layret, no se atrevió, o no quiso, disputar a los anarquistas el poder en Cataluña. Y por este motivo muchos catalanistas tuvieron que escaparse a Francia en cuanto pudieron. Este es, por citar un ejemplo, el motivo por el que Roca Junyent tuvo que nacer en Burdeos, a donde había hido su padre escapando de la Cataluña roja. Y desde la Generalidad hubo gente que facilitó la escapada a Francia de mucha gente que se había escondido.
Pero, además de otras historias negras en la vida de Luis Companys, como es el asunto de los hermanos Badia y otros personajes de la vida catalana, solo por el hecho de ser masón y antirreligioso, lo menos que puede hacerse es pedir al Papa que lo beatifique. Quizás Dios, en su infinita misericordia, recogió el alma arrepentida de aquel hombre cuya muerte fué muy digna, Antes de morir ayudó a la misa, confesó y comulgó con el sacerdote castrense, que también estaba preso en Montjuich, y antes de morir gritó "!Per Catalunya!"
Pero estas cosas no se pueden explicar a los independentistas porque tampoco te quieren escuchar. Y te hacen callar a gritos, como hemos podido ver en un saguntino catalanista.
Otra cosa sería, por poner otro ejemplo, el caso de Carrasco Formiguera, cuya muerte no estaba justificado cuando, una vez condenado, se tardó ocho meses en fusilarlo por intercesión de la Santa Sede y de los Jesuitas, porque era un hombre profundamente religioso.
Para empezar, diremos que Manuel Carrasco i Formiguera había nacido en Barcelona. Pero su apellido Carrasco no tiene nada de catalán. Y es que su padre se vino a Barcelona desde Villena, que está en la provincia de Alicante y rozando La Mancha. Su apellido es como el de aquel bachiller del Quijote, que se llamaba Sansón Carrasco. Todavía en Villena existen apellidos Carrasco. En cambio el apellido materno sí es catalán porque su madre era de Liñola (Lérida).
A su padre la venida a Barcelona no debió venirle mal porque el hijo pudo estudiar en el Colegio de los Jesuitas, que no era lo que se dice un colegio para pobres.
La familia Carrasco Formiguera vivía en el barrio de San Gervasio, de Barcelona, muy cerca de la plaza de Adriano, allá por el final de la calle de Muntaner. Este Asno, que no vivía lejos de alli, recuerda una torre moderna, con la fachada pintada de color rojo oscuro (en aquella época se hacía mucho) y con un panel de cerámica grande en el que podia ver a la virgen de Montserrat. Aquella torre era la casa de una familia cristiana que no se recataba de predicarlo.
El gran escritor Josep Plá, con aquella sorna muy suya, en su libro "Madrid.El advenimiento de la República", escribe lo siguiente:
"El conocido hombre público señor Carrasco i Formiguera entra en la oficina de la Esquerra en Madrid en el momento álgido de la politica anticlerical. Los jesuitas acaban de ser expulsados por Maura, y Carrasco tienen un aire deshecho, abrumado. En un momento en que las ideas parece que se aclaran, alza los brazos y la mirada al cielo y dice, después de un suspiro profundo y prolongado que impresiona a los empleados:
"!Y pensar que yo, mi señora y mis hijos hemos rezado centenares y centenares de rosarios para que viniese la República... y que nos tengamos que ver en estos trances!"
Carrasco era profesor en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles de Barcelona" , que era un anticipo de Facultad de Ciencias Económicas.Habia sido uno de los firmntes del Pacto de San Sebastian en nombre de Accio Catalana. Un Pacto en el que de los doce firmantes ocho eran masones, y se salvaban Alcalá Zamora, Miguel Maura, él y un Manuel Azaña que tuvo que entrar en la masonería a regañadientes. ¿Como es posible que Carrasco se aliara con aquella tropa? Pues, sencillamente, porque el separatismo catalán era como un cáncer que a quien le toca ya no se puede salvar.
Hay que reconocer que cuando Companys declaró la república catalana el 6 de octubre de 1934 Carrasco se quitó de enmedio porque, entre otras cosas, ha empezado a darse cuenta de la gente entre la que se había metido. Y cuando fracasa la sublevación en Barcelona el 19 de julio de 1936 se ve amenazado por los anarquistas desde el diario Solidaridad Obrera. Por eso consigue que se le de un puesto como Representante del Gobierno Catalán en el Pais Vasco, que es lo mismo que si le hubieran nombrado Inspector de Paralelos y Meridianos, porque de lo que se trataba era de sacarlo de Cataluña para que no lo asesinaran los anarquistas.
Tuvo mala suerte porque el dia 5 de marzo de 1937 iba desde Bayona a Bilbao en el buque Galdames y se encontró en medio del combate naval de Cabo Machichaco entre el crucero Canarias y varios "bous" vascos. El vapor Galdames se rindió y Carrasco fué detenido y llevado preso a Burgos junto con su familia. Esta, también presa, fué canjeada en Gibraltar con la familia del general Lopez Pinto. Fué sentencado a muerte en agosto de 1937, pero a lo largo de ocho meses la sentencia fué retenida por intervención de la Iglesia española y del Vaticano.
Sobre los motivos que provocasron la ejecución de la pena se han dado varias versiones según procedan de un bando o del otro. En cualquier caso, en nuestra opinión, fué un error. Se le fusilaba el 9 de abril de 1938, cuando la guerra ya estaba a puntode ganarse por las tropas de Franco.
Lo que ahora nos sorprende es que parece como si los catolicos catalanistas le hayan olvidado y, en cambio, se quiere beatificar a Companys, cuya categoría moral era muy distinta desde el punto de vista religioso.
Otra cosa sería, por poner otro ejemplo, el caso de Carrasco Formiguera, cuya muerte no estaba justificado cuando, una vez condenado, se tardó ocho meses en fusilarlo por intercesión de la Santa Sede y de los Jesuitas, porque era un hombre profundamente religioso.
Para empezar, diremos que Manuel Carrasco i Formiguera había nacido en Barcelona. Pero su apellido Carrasco no tiene nada de catalán. Y es que su padre se vino a Barcelona desde Villena, que está en la provincia de Alicante y rozando La Mancha. Su apellido es como el de aquel bachiller del Quijote, que se llamaba Sansón Carrasco. Todavía en Villena existen apellidos Carrasco. En cambio el apellido materno sí es catalán porque su madre era de Liñola (Lérida).
A su padre la venida a Barcelona no debió venirle mal porque el hijo pudo estudiar en el Colegio de los Jesuitas, que no era lo que se dice un colegio para pobres.
La familia Carrasco Formiguera vivía en el barrio de San Gervasio, de Barcelona, muy cerca de la plaza de Adriano, allá por el final de la calle de Muntaner. Este Asno, que no vivía lejos de alli, recuerda una torre moderna, con la fachada pintada de color rojo oscuro (en aquella época se hacía mucho) y con un panel de cerámica grande en el que podia ver a la virgen de Montserrat. Aquella torre era la casa de una familia cristiana que no se recataba de predicarlo.
"El conocido hombre público señor Carrasco i Formiguera entra en la oficina de la Esquerra en Madrid en el momento álgido de la politica anticlerical. Los jesuitas acaban de ser expulsados por Maura, y Carrasco tienen un aire deshecho, abrumado. En un momento en que las ideas parece que se aclaran, alza los brazos y la mirada al cielo y dice, después de un suspiro profundo y prolongado que impresiona a los empleados:
"!Y pensar que yo, mi señora y mis hijos hemos rezado centenares y centenares de rosarios para que viniese la República... y que nos tengamos que ver en estos trances!"
Carrasco era profesor en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles de Barcelona" , que era un anticipo de Facultad de Ciencias Económicas.Habia sido uno de los firmntes del Pacto de San Sebastian en nombre de Accio Catalana. Un Pacto en el que de los doce firmantes ocho eran masones, y se salvaban Alcalá Zamora, Miguel Maura, él y un Manuel Azaña que tuvo que entrar en la masonería a regañadientes. ¿Como es posible que Carrasco se aliara con aquella tropa? Pues, sencillamente, porque el separatismo catalán era como un cáncer que a quien le toca ya no se puede salvar.
Carrasco de pié a la izquierda de la foto- Pacto de San Sebastian,
Hay que reconocer que cuando Companys declaró la república catalana el 6 de octubre de 1934 Carrasco se quitó de enmedio porque, entre otras cosas, ha empezado a darse cuenta de la gente entre la que se había metido. Y cuando fracasa la sublevación en Barcelona el 19 de julio de 1936 se ve amenazado por los anarquistas desde el diario Solidaridad Obrera. Por eso consigue que se le de un puesto como Representante del Gobierno Catalán en el Pais Vasco, que es lo mismo que si le hubieran nombrado Inspector de Paralelos y Meridianos, porque de lo que se trataba era de sacarlo de Cataluña para que no lo asesinaran los anarquistas.
Tuvo mala suerte porque el dia 5 de marzo de 1937 iba desde Bayona a Bilbao en el buque Galdames y se encontró en medio del combate naval de Cabo Machichaco entre el crucero Canarias y varios "bous" vascos. El vapor Galdames se rindió y Carrasco fué detenido y llevado preso a Burgos junto con su familia. Esta, también presa, fué canjeada en Gibraltar con la familia del general Lopez Pinto. Fué sentencado a muerte en agosto de 1937, pero a lo largo de ocho meses la sentencia fué retenida por intervención de la Iglesia española y del Vaticano.
Sobre los motivos que provocasron la ejecución de la pena se han dado varias versiones según procedan de un bando o del otro. En cualquier caso, en nuestra opinión, fué un error. Se le fusilaba el 9 de abril de 1938, cuando la guerra ya estaba a puntode ganarse por las tropas de Franco.
Lo que ahora nos sorprende es que parece como si los catolicos catalanistas le hayan olvidado y, en cambio, se quiere beatificar a Companys, cuya categoría moral era muy distinta desde el punto de vista religioso.
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