domingo, 12 de mayo de 2013

Nacimiento de la Segunda República

Yo no lo quito

El año 1929 fué un año muy interesante en la Historia de Barcelona, También lo fué en la de este humilde Asno de Rotterdam, porque cumplió sus seis años de existencia en este valle de lágrimas, coincidentes casi con los años de la Dictadura de Primo de Rivera. Pide perdon a nuestros lectores por esta intervención personal pero representa el momento en que dentro de su niñez, empieza a convertirse en ciudadano de Barcelona, coincidiendo con la Exposición Internacional del año 1929 que se anunciaba por las calles en carteles como éste.

El año siguiente terminaría la Dictadura de Primo de Rivera que tuvo sus aciertos y sus errores. Barcelona ya había crecido desde finales del siglo XIX con su desarrollo industrial  porque había recibido mucha mano de obra procedente de las provincias limítrofes, aragonesas y valencianas; pero en los años previos a la Exposición vino una oleada de mano de obra procedente de provincias alejadas como Murcia y Alicante. Tan fuerte era, que desde aquel momento se llegó a denominar "murciano" a cualquiera que viniera de fuera, cualquiera que fueera su origen. Y todo ello vino a coincidir con el desarrollo de la industra catalana que estaba necesitada de mano de obra. De la primera oleda aragonesa y valenciana salieron los futuros anarquistas, y luego se sumaron a ellos los "murcianos".

Al referirse a este fenómenosoial, un cronista barcelonés comentaba irónicamente: "Durante aquellos años de la Dictadura, los murcianos tenían tanto trabajo poniendo ladrillos, que no les quedaba tiempo para poner bombas".

De aquella exposición queda hoy todo el recinto ferial construido al pié de la montaña de Montjuich, la gran fuente luminosa el Palacio Nacional y el Estadio Deportivo al que la Generalidad ha bautizado hace pocos años con el nombre de aquel gran deportista, gloria del deporte catalán, que se llamó Lluis Companys.




Y como aquello había costado dinero, los barceloneses tuvieron que pegar en los sobres de su correspondencia un sello de correos adicional  de 5 céntimos durante algunos años . El sello era éste


y, tras este desahogo, veamos qué es lo que pasaba.

Consecuencia de los errores del Dictador, el año 1930 el rey Alfonso XIII se vió obligado a aceptar la dimisión del general Primo de Rivera y nombró en su lugar a otro general, don Dámaso Berenguer con la idea de regresar a la "normalidad constitucional" de 1876 que había sido violada por la Dictadura. A este gobierno se le llamó la "dictablanda".

El líder socialista Indalecio Prieto, en una conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid, el 25 de abril de 1930 afirmaba que para él "era una hora de definiciones...Hay que estar con el rey o contra el rey" Y Alcalá Zamora, que había sido ministro de la monarquía, se pasó al republicanismo afirmando que sólo existía un poder legítimo: las Cortes Constituyentes. Y así fué como se llegó al que se conoce como Pacto de San Sebastian, que fué una reunión promovida por Alianza Republicana y que tuvo lugar en esta ciudad el 17 de agosto de 1930.



El Pacto de San Sebastian.

La reunión se celebró en el local de Unión Republicana de San Sebastian bajo la presidencia de Fernando Sasiain, que era el presidente del Círculo Republicano de San Sebastian, y a ella asistieron los señores que aparecen en esta foto


Aqui podemos reconocer sentados, de izquierda a derecha, a Casares Quiroga.a Marcelino Domingo, Alejandro Lerroux, Alcalá Zamora, Manuel Azaña, Fernando de los Rios y Jaime Ayguader.

Detrás de ellos reconocemos al primero de la izquierda, que es Manuel Carrasco Formiguera; en el centro, bajito y de pelo blanco, a Alvaro de Albornoz , luego a Angel Galarza y Miguel Maura.

Caso curioso es que entre los 16 que aprecen en la foto, ocho son masones.Azaña en aquel momento no lo era, pero tuvo que hacerse el año 1932 con pocas ganas. Tambien es interesante saber que aquí se llegó a un acuerdo para dotar de autonomía al Pais Vasco, a Galicia, y a Cataluña y dotarles de sus estatutos.

Las organizacionea socialistas, PSOE y UGT, después de un largo debate interno, se adhirieron en Madrid al Pacto de San Sebastian con la misión de organizar una huelga general acompañada de una insurrección militar "que metiera a la Monarquia en los archivos de la Historia". Y como a nosotros no nos gusta hablar en "politiqués", aclararemos que lo que se trataba es de dar un golpe de Estado que hiciera desaparecer la Monarquía. Este golpe político-militar estaba previsto para el dia 15 de diciembre y en él estaban complicados muchos militares que se habian enfrentado a Primo de Rivera y, por añadidura, al Rey al que consideraban cómplice de la Dictadura.

El golpe se produjo, pero fracasó porque el dia 12 de diciembre el Capitán Fermín Galán Rodrigez impaciente por las indecisiones del Comité Revolucionario, sublevó el Regimiento de Galicia nª 19, de guarnición en Jaca, adelantándose a la fecha prevista. La falta de coordinación hizo que fracasara. 


La sublevación de Jaca.

Ya en el mes de diciembre de 1930 los rumores de un posible golpe de estado consideraban a éste inminente. Y el Comité Revolucionario estableció, como fecha fija, el día 15 de diciembre. El Jaca el encargado de la sublevación era el Capitán Fermin Galán, que había sido destinado a esta plaza en el mes de junio de aquel año procedente de la prisión militar del castillo de Montjuich de Barcelona, donde había estado cumpliendo condena por haber participado en la "Sanjuanada" que había sido un intento de golpe militar que había tratado de derribar a la Dictadura en el año1926. Este antiguo oficial de la Legión había establecido contactos en la prisión con anarquistas catalanes.


 Fermin Galán Rodriguez

Al llegar a Jaca estableció contactos con otros oficiales que estaban dispuestos a sublevarse contra la monarquía. como el Capitán Angel Garcia Hernández, antiguo compañero de la Legión con Galán, que estaba al mando de la compañía de ametralladoras del Regimiento y con  oficiales como Salvador Sediles, Migel Gallo, Luis Salinas y otros compañeros de la guarnición.

Desde Jaca se pone en contacto con personajes civiles, especialmente anarquistas zaragozanos y con Ramón Acin, que le pone en contacto con el comité revolucionario establecido en Madrid. Y mientras Galán es partidario de una acción rápida y audaz, Lerroux y Marcelino Domingo trataron de convencerle e que sin una disciplina absoluta de todos los elementos de la revolución, ésta se frustraría a pesar de que las condiciones nunca habian sido tan favorables.

Tan seguros estaban los comprometidos en el éxito del golpe de estado que, por indiscreciones de algunos de ellos, el Director General de Seguridad, que en aquellos momento era don Emilio Mola Vidal a quien el general Berenguer había conocido en Africa y se lo había llevado a su gobierno, llegó a escribir a Galán una carta en la que le decía lo siguiente:

" Mi distinguido Capitán y amigo: sin otros títulos para dirigirme a usted que el de compañero y el de la amistad que me ofreció por mi intervención en el incidente de Cudia Muhafora, le escribo. Sabe el gobierno y sé yo sus actividades revolucionarias y sus propósitos de sublevarse con tropas de esa guarnición; el asunto es grave y puede acarrearle daños irreparables. El actual gobierno no ha asaltado el poder, y a ninguno de sus miembros puede echársele en cara el haber tomado parte en movimientos de rebelión. Tienen, pues, las manos libres para dejar que se aplique el Código de Justicia Militar inflexiblamente, sin remordimiento el haber sido ellos tratados con menor rigor. Eso por un lado; por otro recuerde que nosotros no nos debemos  ni a una ni a otra forma de gobierno, sino a la Patria, y que los hombres y armas que la Nación nos ha confiado no debemos emplearlos más que en su defensa. Le ruego medite sobre lo que le digo, y al resolver no se deje guiar por su apasionamiento pasajero, sino por lo que le dicte su conciencia. Si hace algún viaje a Madrid, le agradecería tuviera la bondad de verme. No es el precio a la defensa que de usted hice ante el general Serrano, ni menos una orden, es simplemente el deseo de su buen amigo que le aprecia de veras y le abraza  Emilio Mola"

La carta es de fecha 22 de noviembre de 1930.



(En el próximo número "Deo volente" seguiremos con este tema)

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