lunes, 16 de abril de 2012

Escándalos reales

Yo no lo quito

No se puede decir que la Corona española esté pasando unas tranquilas vacaciones de Semana Santa. En pocos dias, y precisamente coincidiendo con la "celebración" (algunos sí lo han celebrado) del aniversario de la instauración de aquella repugnante República Española que a todos los españoles debería avergonzarnos como avergonzó a su primer Presidente,  NicetoAlcalá Zamora, y a su sucesor Manuel Azaña Diaz que la ponía como chupa de dómine en sus memorias, pues resulta que la institución monárquica está en sus peores momentos, y ya nadie se toma el trabajo de disimularlo. 

Hasta se habla del actual capricho del monarca -diríamos que el último capricho- que es la hermosa princesa Corinna zu Sein Wittgenstein, una mujer que ha rebasado ya la cuarentena pero sigue conservando su belleza y su elegancia. Y parece que es la organizadora de safaris de elefantes, que es una forma económica y discreta de pasar el rato. Y si no están conformes con el calificativo que empleamos para describirla, véanla en esta imagen.


Corinna

Y es que cuando se dispone de dinero y de poder, las tentaciones afloran por todas partes, y hace falta tener la cabeza muy en su sitio para no despeñarse. La Historia nos ha dado tantos ejemplo de ésto, que no debería ni volverse a mencionar estos temas.
Mauricio de Sajonia

Pero a quienes nos pica la Historia no podemos menos que volver al redil. Por eso hablaremos hoy del Mariscal de Francia Mauricio de Sajonia, que fué un alemán al servicio de Francia. Mauricio, aparte de ser un excelente soldado que ganó muchos laureles para Francia en aquellas guerras de los tiempos de "Mambrú" (también conocido como John Churchill) y del príncipe Eugenio de Saboya, era el mayor de los 354 hijos naturales, que la Historia reconoce, de su padre, Federico Augusto, Elector de Sajonia, que llegó a ser Rey de Polonia con el nombre de Augusto II.

Augusto II

A este personaje se le conoce también como "Augusto el Fuerte", y aunque estaba casado, no pudo resistir los encantos de la hermosa Aurora von Königsmark, de cuya relación nació el gran Mauricio, que casi era tan fuerte y tan libidinoso como su padre, pero que tenía una cabeza más clara. Estas cosas ocurrian en una Francia del Siglo XVIII donde nadie se escandalizaba de nada.
Aurora von Königsmark

Todas estas cosas no las contamos para disculpar a nuestro monarca. Pero lo realmente indecoroso es que quienes se han pasado la vida ocultando muchas verdades de nuestra moderna Historia, para proteger a nuestro "motor del cambio", ahora empiezan a poner la marcha atrás.  Este Asno, que respeta la Corona, a la que sirvieron con las armas su padre, sus abuelos, sus bisabuelos y tatarabuelos, hasta perderse su huella por la Historia, cuando los franceses todavía no habian sustituido "Le Roy" por "La Patrie", y los alemanes "Der König" por "das Vaterland", aunque nunca fué "Juancarlista", no puede menos que escandalizarse por tanta hipocresía. Y al Principe de Asturias le recomendaríamos que no ignore a la izquierda, pero que tampoco se fie de ella. Porque si todavía no se la ha hecho, se la hará.





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