domingo, 26 de febrero de 2012

la vieja farsa

Yo no lo quito


1.- La culpa es de la Iglesia.

Ahora empiezan a aclararse las cosas. Los españoles, atónitos y desesperados por la desaparición de su lectura preferida, que era el conocido panfleto titulado Publico, ya pueden sentirses satisfecho al conocer los culpables de su quiebra. Vean aquí lo que nos dice en su versión digital:



Para ello utiliza la versión camelística del fotógrafo húngaro Robert Capa en la que aparece la falsa muerte de un miliciano rojo frente a sus enemigos los obispos, monjas, banqueros, etcétera. Y es que, como todo el mundo sabe, ya Benedicto XVI explicó a los españoles que no deben comprar Publico si no quieren ir al infierno. Y el clero en todas las homilías había recomendado a sus feligreses que no comprasen este panfleto. Naturalmente, el periódico tuvo que dedicarse a regalarlo a Leire Pajín, y a todas las instituciones socialistas. Y como la subvención gubernamental no daba para tanto, se ha producido la quiebra y el envío de 160 trabajadores al paro.

Más claro el agua.


2.- La guillotina.

Este instrumento de lucha por la libertad y la paz ha sido utilizado por los revolucionarios de toda la vida para satisfacer sus ansias de justicia y libertad.



Bajo su cuchilla han acabado muchos personajes ilustres además de Luis XVI y Maria Antonieta. Por ejemplo, aquel famoso abogado francés enemigo de la pena de muerte que se llamaba Maximiliano Robespierre, y que la utilizó ampliamente (seguramente por error) durante eso que se llamó "el terror", tuvo que terminar sus dias bajo la guillotina.

El pobre químico Lavoisier había sido invitado por el fundador de la Academia de Artillería, Conde de Gazola, para impartir sus enseñanzas a los futuros oficiales, rechazó la propuesta, y en su lugar tuvo que aceptar la plaza de Segovia el famoso Proust. Pues bien, si Lavoisier hubiera aceptado lo que le ofrecian, no habría muerto en la guillotina.

Esto ocurría a finales del Siglo XVIII, pero no ha sido olvidado por los luchadores por la libertad españoles, que en los albores del Siglo XXI vuelven a utilizarla para apoyar sus reivindicaciones.


Nosotros proponemos a los autores de la "sindicalada" que, como ahora las mujeres no hacen calceta, que al menos puedan presenciar el espectáculo guillotinesco baja formas más modernas, uniendo de este modo lo útil a lo agradable.


aunque también esta otra solución podría denominarse "bologuillotina"

Tambien podrían empezar por estas cabezas



Y de este modo todos los pasaríamos pipa; los "buenos" y los "malos". Y viviríamos en paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario