domingo, 5 de febrero de 2012

La travesía del desierto.

Yo no lo quito


El dia 25 de octubre pasado, el diario ABC publicaba en su primera página una imagen a la que quizás muchos no dieron demasiada importancia, considerándola como una humorada más en medio de la campaña feroz que se estaba desarrollando en vísperas de aquel 20 de noviembre cuando ya empezaba a verse claro que el PSOE estaba a punto de perder las elecciones. La imagen era ésta:


Cuatro meses más tarde, se ha podido demostrar que lo que decía el ABC tenía su fundamento.Lo que ocurre es que los "acongojados" han sido esta vez los socialistas. Y es que treinta y cuatro años de hacer política en un partido como el PSOE proporcionan una experiencia notable. Experiencia de la que Rubalcaba ha sabido sacar mucho partido, primero durante el felipismo y luego con el zapaterismo.

Rubalcaba, en la pugna electoral con la novata Chacón de España, que ha pretendido resolver la cuadrarura del círculo pasando del catalanismo catetil de los charnegos al españolismo más folclórico, sabía perfectamente que el PSOE había creado una generación de papanatas y de mindundis, sin otro medio de vida que ocupar puestos dentro de la estructura sociata. Gentes que, en su mayor parte, tendrían que apuntarse al paro si el Partido seguía perdiendo votos. Y aunque en principio pensaran que la novata iba a ser generosa con ellos, en la hora de la verdad ha podido más el pánico a  las amenazas de Rubalcaba si daban su voto a Carmen de España.



Porque estas amenazas se sabe que han existido. Y que ellas ha sido la razón por la que unos cincuenta delegados cambiaran su voto en el momento de la votación. Amenazas y "presiones salvajes" que han tenido que sufrir un buen número de compromisarios, sobre todo andaluces y extremeños.

Quizás lo más sorprendente, tras la campaña realizada por Andalucía y Extremadura es que en Málaga han cambiado el voto 13 delegados apoyando a Rubalcaba, cosa que la Chacón no esperaba, despues del recibimiento que había tenido anteriormente, y de que varios de ellos habian dado su aval para la candidatura de Carmen de España. Pero ha podido más el miedo.
Otro de los que más han contribuido a que se produjera este cambio de voto ha sido Alfonso Guerra, que ha estado zascandileando por los pasillos.
Hay que destacar que la "ultima ratio", tanto de Rubalcaba como de la Chacón, ha sido la descarga de batería contra las relaciones de España con la Santa Sede, que no podía faltar.
Al fin y al cabo, son socialistas.






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