miércoles, 17 de agosto de 2011

borrador



Yo no lo quito


1.- La campaña anti-Papa.

Hoy, dia 17, y aunque no estén autorizadas por la Delegada del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Madrid, Dolores García Carrión, las organizaciones anti-Papa ocuparán la Puerta del Sol para protestar contra eso que EL PAIS denomina despectivamente "la fiesta del orgullo católico". Los organizadores dicen estar dispuestos a ignorar este detalle, y se asegura que llegarán a ocupar la Puerta del Sol. La experiencia de los perroflautas del 15-M, por lo que se ve, no ha servido de nada.


Nosotros no hacemos apuestas, pero la noticia es ésta, y hoy se verá si se cumple o no se cumple la ley. La experiencia nos indica que no se va a cumplir, porque eso es lo habitual.


2.-"Menos religión y más deporte"-

Uno no sabe si ustedes se acuerdan de esta frase, pronunciada en una visita a un colegio de niñas por el recién nombrado Presidente por Accidente. Fué uno de las primeras "erutaciones", como diría Cervantes, que salieron de la boca del hoy desaparecido Rodriguez, que a estas horas quizás sigue siendo Ministro de Deportes. Pero, en cualquier caso, reflejan ese odio a la Iglesia que siempre ha demostrado el "interfecto". como refleja esta viñeta aparecida hace tiempo por Internet.



A este respecto no tenemos más remedio que reproducir aquí lo que ha escrito Juan Manuel de Prada hace pocas horas en "Religión en Libertad".

"La inminente celebración de la Jornada Mundial de la Juventud está provocando muestras de rechazo que -a nadie se le escapa- son más articuladas que en anteriores visitas papales. Aunque oreganizadas en torno al movimiento de los "indignados" (cuyo carácter aparentemente marginal no debe confundirnos sobre su alcance, pues los "indignados" no son sino la avanzadilla o punta de lanza de una izquierda en proceso de "reinvención"), tales muestras de rechazo hallan expresión deshinibida en los medios de adoctrinamiento de masas, que apenas hace unos años se habrian conformado con deslizar insidias o tibios desórdeenes contra el Papa y hoy acogen en sus tribunas artículos y comentarios decididamente furibundos o desgañitados, regalados de improperios y espumarajos.



Tales expresiones de rechazo suelen invocar el pretexto económico; pero salta a la vista que se trata, en efecto, de un mero pretexto, formulado además con desgana sumaria, más bien dirigido a despistados que a su propia parroquia. Los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud se han encargado de explicar reiteradamente que tal pretexto económico se hunde en la mentira y en la manipulación, pero los furiosos saben que una mentira, repetida mil veces, puede convertirse en verdad, sobre todo entre gentes fácilmente sugestionables. Gentes a las que, desde luego, los furiosos no enviscan cuando el gasto -éste sí, real- se destina a financiar desfiles orgullosos o candidaturas olímpicas o demás festivales del Régimen.



Pero el pretexto económico no tiene otro propósito sino maquillar con una coartada decente el odio a la  Iglesia, tan antiguo e indestructible copmo la Iglesia misma, ese odio que tuvo su primera manifestación en el palacio de Herodes la noche de Navidad, y cuya fosforescencia extraterrenal la perseguirá por los diversos crepúsculos de la Historia hasta la Parusia, cuando será derrotado definitivamente. El odio a la Iglesia a veces  se reviste con los tintes trágicos del martirio, y a veces con los chafarrinones grotescos de la chabacanería y la burricie. En este crepúsculo de la Historia vivimos en uno de estos goznes o zonas de tránsito en que el odio a la Iglesia, que en las últimas décadas se había disfrazado con los ropajes del laicismo más o menos circunspecto o taimado, permitiendo de vez en cuando expresiones de chabacanería o burricie, empieza a olfaterar la sazón de una persecución martirial, declarada y sin antifaces. Y es el cercano advenimiento de una nueva era (que los signos de descomposición politica e institucional y la quiebra económica pregonan) lo que explica que el rechazo a la visita papal sea más furibundo y desgañitado, utilizando todavía como avanzadilla o punta de lanza el movimiento de los indignados. Llegará el día en que el odio a la Iglesia ni siquiera precisará del empleo de avanzadillas, será un odio desatado y rampante que expedirá ordenes de busca y captura contra el Papa, que prohibirá el culto y perseguirá tenazmente a los fieles. Todo eso está escrito, y los católicos conscientes lo saben; saben que llegará el dia en que el Papa no podrá salir del Vaticano; y también el día en que ni siquiera el Vaticano le servirá como refugio. Pero, entonces, como ahora, nuestra misión será la misma: estar a su lado hasta el martirio celebrando con alegría la gracia de su presencia entre los fieles, que es presencia de Cristo en un mundo que le ha vuelto la espalda; y al que le bastaría acogerlo para salvarse. Seamos punta de lanza de ese mundo que no quiere salvarse; porque allá donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia."



P.D.-Las imágenes las hemos puesto nosotros.

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