Miscelánea

Yo no lo quito

1.-El beso.

Desde hace ya unos cuantos años, se ha puesto de moda el beso. Y nos hacía mucha gracia ver como los franceses se besaban, lo mismo que a los rusos, que lo hacian tres veces seguidas. Nosotros nos limitábamos a besar a nuestros familiares más próximos, especialmente a los más ancianos o a los niños. También a las señoras cuando éramos niños.

Uno recuerda emocionado aquel día en que una mocita retrechera se acercó a saludarme y me plantó un beso. En aquel momento empecé a pensar que me había llegado la hora de darme cuenta de que estaba ya viejo. Pero ahora, seas viejo o joven, te plantan un beso aunque sea la primera vez que se te acercan o te presentan. Y si se trata de mujeres, casi siempre es de muy agradecer, quizás por aquello que hace años había escrito Gustavo Adolfo Becqu

"Por una mirada, un mundo,

por una sonrisa, un cielo,

por un beso...,yo no sé

qué te diera por un beso."

Y como a todo lo bueno solemos acostumbrarnos, de todas las cosas que ahora se nos presentan a quienes ya entramos en la lista de los antepasados, a mí me parece que, cuando se trata de señoras o señoritas, eso es una de las pocas buenas que tiene el mundo de hoy. No todo ha de ser malo.

Yo he depositado besos en la frente de quien estaba ya en sus últimas horas para demostrarle mi dolor por perderlo, y también para consolar a quien había perdido un ser querido. Me refiero, por supuesto, a hombres. Pero a lo que creo que jamás me acostumbraría es a esa clase de besos como los que aparecen en la imagen con motivo de un mítin de ZP en Alcalá de Henare

Pero, como decía el Gallo:"Hay gente pa too".

2.-De Faisanes.

Sobre este asunto, hay que ver la cantidad de "informaciones" que encontramos en las páginas de la prensa. Todo está oscuro. Tan oscuro como aquello que recomendaba Eugenio d Ors a un escritor novel. Y a estas horas ya no podemos saber quien es el verdadero responsable de la filtración del Faisán.

Nosotros, que no entramos ni salimos en este tema, nos creemos con derecho a expresar nuestra opinión y lo único que podemos afirmar, porque tenemos la conciencia moral de que es cierto, es que quien no es autor del chivatazo es el juez Ruz.