viernes, 8 de abril de 2011

Miscelánea


Yo no lo quito

1.-Las memorias de Alcalá Zamora.


A los alumnos de la LOGSE les explicaremos que don Niceto Alcalá Zamora fué el primer presidente de la Segunda República española. Por cierto, hay quien escribe "Aniceto" que debe ser el verdadero nombre, que corresponde a un papa de origen sirio que vivió allá por los años 155 de nuestra Era. El nombre es de origen griego, "aniketos", que quiere decir "invencible. y está relacionado también con la firma de zapatillas para el deporte "Nike".

Pues bien, en estos momentos existe un liltigio entre los descendientes de don Niceto y el Ministerio de Cultura a causa de sus memorias que pertenecen por derecho a sus descendientes, tal como él mismo dejó escrito. No vamos a describir las peripecias de estas memorias, porque el asunto lleva ya varios años en marcha, y necesitaríamos varias páginas para tratar este tema.

El Ministerio de Cultura se aferra desesperadamente a estas memorias y parece que ahora ha "filtrado" algunas páginas al Grupo Prisa (¿cómo no?) y a la revista Tiempo. Pero a la familia, ni agua.

La causa de este empecinamiento en mantener ocultas las memorias de don Niceto, escritas para sus herederos entre 1931 y 1936 consiste en que la publicación de estas páginas acabaría por destruir la falsa visión de la Historia de la República española que han estado divulgando durante varios años los periodistas del régimen, y los penenes y catedráticos adictos a "la situación" en la prensa y las Universidades españolas.

Don Niceto, que había nacido en Priego (Córdoba) era un individuo fuera de serie. A los 17 años era ya abogado, y a los 22 era Doctor y letrado del Consejo de Estado. Durante la Monarquía de Alfonso XIII, fué Ministro de Fomento en 1917, y de la Guerra en 1922. Era un liberal conservador. Pero enfrentado con la Dictadura de Primo de Rivera se convirtió en republicano liberal, aunque era católico. O sea, lo que ahora se llama "fascista" o "ultraderechista".

No era tan mala persona como algunos creen. Hay que recordar que en el año 1934 no quiso aceptar las penas de muerte que se impusieron a los militares que en Cataluña se habían sublevado para proclamar la República Catalana con Luis Companys. Por cierto, que de todos ellos sólo hubo uno que le diera por escrito las gracias por el indulto, y ese fué el artillero Enrique Pérez Farrás.

Si bien ningún historiador con un mínimo de vergüenza se atreve a afirmar hoy día que las elecciones de febrero de 1936 las ganó legalmente el Frente Popular, parece que entre los 1.200 folios de esas memorias aparecen algunos documentos con los resultados de aquellas elecciones.

Si estas memorias de publicaran se caería, como un castillo de naipes todo el tinglado de la memoria histórica que han organizado estos sujetos en los 40 últimos años. Ya veremos que es lo que sucede dentro de unos años más, si se consigue publicarlas.


2.-A quemar iglesias.

Hay que leer los comentarios que hacen algunos en Internet cuando se toca este tema. Ignorancia, mala fé, o la mezcla de ambas. Pero a estas alturas existen en España muchas mentes retorcidas que todavía no se han enterado de que la Iglesia Católica solamente legisla para sus fieles, que son la "Ecclesía". Es decir, para sus fieles. El Magisterio de la Iglesia no obliga, por citar a alguien, a don Santiago Carrillo a asistir a los oficios y recibir los sacramentos. Como tampoco le obliga a llevar una vida austera y acorde con las enseñanzas del Evangelio.

Pues bien, esas feministas que han quemado la puerta de la parroquia de San Vicente de Sarriá, todavía no se han enterado de que ni la Iglesia, ni los obispos, ni el Papa, les fuerza a cumplir los Mandamientos de Dios. Eso es sólo para nosotros. Es decir, que los "perjudicados" somos nosotros.

Así son de bestias.




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