jueves, 2 de diciembre de 2010

Efemérides





Yo no lo quito




Hoy es dia 2 de diciembre de 2010, y se cumplen 210 años del fallecimiento en San Petersburgo del español don José Pascual Domingo de Ribas y Boyons, que llegó a ser almirante de la flota rusa en tiempo de Catalina II, y nada menos que fundador de la ciudad ucraniana de Odesa. Así, como suena.


Y es que si a usted se le ha perdido algo por Odesa, no tendrá más remedio que pasar por la calle conocida como Deribasovskaya Ulitsa, (Avenida de De Ribas) que es una de las vias más importantes de esta ciudad conocida también como la Perla del Mar Negro. Esta es la calle







y esta es la imagen de nuestro personaje, que nació en Nápoles porque su padre, el barcelonés Don Miguel de Ribas, fué destinado allí como representante de España en el Reino de Nápoles, vinculado entonces a la corona de España. Por eso en Rusia se llamó a su hijo Ósip Mijáilovitch Deribás, con acento en la sílaba final.






A los 16 años ingresó en el ejército de Nápoles, y a los 20 ya era Mayor cuando su vida dió un giro al conocer al Conde Alexei Orlov, hermano del famoso amante de Catalina de Rusia, que lo tomó como ayudante e intérprete, y se lo llevó a Rusia. Llegó alli en 1772 y entró en el Cuerpo de Cadetes de Tierra con el rango de Capitán.

En San Petersburgo se casó con Anastasia Ivanovna Sokolóvskaya, hija natural del Ministro de construcciones de la emperatriz Catalina , que asistió a su boda y de cuya unión, que se celebró en el palacio de Tsárkoye Tseló tuvo dos hijas, Sofía y Ana.



En 1783 entró al servicio del Príncipe Grigori Potemkin como coronel, y más tarde general, y al que ayudó a conquistas la península de Crimea y a construir la nueva Flota del Mar Negro, la mitad de cuyos efectivos estaba formada por cosacos zaporogos. Con estos hombres tomó la isla de Berezan y ascendió a general mayor.



En otoño de 1789 inició una operación nocturna para tomar la poblacion de Hadjibei y la fortaleza costera de Yeni Dunyá, consciente de las posibilidades de esta bahía para construir un puerto militar. Y en este lugar más tarde levantó la ciudad de Odesa, una de cuyas estatuas dedicadas a su fundador es ésta.




En algún momento de la atribulada historia de Ucrania se ha querido eliminar en Odesa el recuerdo de su fundador, pero los ciudadanos de esta ciudad se han opuesto porque están muy orgullosos de este hombre que, además, jamás renunció a ser español. Por cierto, que también fué amante circunstancial de la emperatriz Catalina. Y esto no lo decimos como para sentirse orgulloso de ello, sino más bien porque lo verdaderamente honroso hubiera sido negarse a serlo de aquella pobre ninfómana que, pese a todo, fué una gran emperatriz para Rusia.





No hay comentarios:

Publicar un comentario