jueves, 28 de octubre de 2010

Granujas y Bandidos




Yo no lo quito




Desde hace ya bastante tiempo, la prensa no hace más que ofrecernos historias de granujas. Granujas mayores o menores que en lo único que se diferencian es en la cantidad de euros de vellón que roban a todos los españoles. Pero historias de bandidos, no se ven muchas. De bandidos que van a cara descubierta y se la juegan gallardamente para recaudar lo que, a su entender, necesitan para sobrevivir en este mundo miserable. O pegarse la gran vida en este mundo miserable. Y esto hoy ya no se ve más que en las películas.


Pero en este día nos ha llegado una noticia que demuestra que todavía queda gente con agallas suficientes para denominarse bandido ( o bandida), y que no tiene nada que ver con la chusma granujienta que habitualmente nos rodea.


La noticia procede de la ciudad de El Paso (Texas) que está en la misma frontera de Méjico y separada de Ciudad Juárez sólo por el Rio Grande, o RioBravo, que también se le denomina con este apelativo. Y resulta que en esta ciudad una señora ha atracado un banco totalmente sola, y sin más arma que un cuchillo. Pero lo que añade más enjundia a esta noticia es que la atracadora se movía en una silla de ruedas. ¡Toma nísperos!, que diría Campmany, que en paz descanse.



os que hemos tenido ocasión de conocer El Paso, podemos dar fé de que el bandidaje (historias de bandidos) constituye un motivo de orgullo para sus habitantes. Y es que este territorio, situado al oeste de Rio Pecos y en su día dominado por los indios apaches y la tribu de los mescaleros, ha dado mucho de sí en este tema del bandidaje.




Quizás el más famoso de todos los bandidos que han circulado por El Paso y sus alrededores, ha sido William Henry Bonney, más conocido por "Willy the Kid", o "Billy el Niño".


El año 1870 apareció un un diario de Filadelfia un anuncio solcitando un ingeniero de minas para hacerse cargo de una mina de la empresa Reynolds & Griggs situada en la población de La Mesilla (Nuevo Méjico). Frank Booney aceptó el trabajo que se ofrecía y allí se trasladó desde Nueva York con su mujer, una irlandesa llamada Rachel Mc. Carthy, y sus dos hijos, Jeanny de 15 años y William, de 10.





El pobre Frank Booney murió a poco de haber llegado, en un ataque de los apaches, dejando a la viuda y sus dos hijos a cargo de la empresa minera durante algún tiempo.


William Booney, en cuanto llegó al Far West empezó a aprender todos los vicios de los mineros, excepto la bebida, pero llegó a ser un experto jugador de poker y del monte a los doce años. Fué a la escuela pero, con una inteligencia normal, aprendió poca cosa porque toda su ilusión era convertirse en un "bad man" y vengar la muerte de su padre.


A todo esto, su hermana Jeanny se enamoró de un minero llamado Sam Jacobs que se marchó con ella a Pueblo Viejo ( que ahora se llama Solomonsville). Billy se fué detrás de la pareja, y cuando le pidió al novio que se casase con su hermana, éste le dijo que lo haría con mucho gusto, pero que estaba casado en Texas y tenía seis hijos. Billy, que adoraba a su hermana, se agenció una pistola y le pegó dos tiros a Jakobs. Esta fué su primera víctima.


El 14 de julio de 1881, el sheriff Pat Garrett cortó su carrera como bandido en la que se había apuntado hasta 21 muertes.


Hemos traido aqui un recorte de periódico editado en Fort Summer el dia 15 de julio de 1881 en el que se da la noticia de la muerte de Billy el Niño. Como puede verse, está escrito en español; y es que, tanto Billy como Pat Garrett hablaban español además del inglés, porque para la mayoría de la población de esta zona, incluidos los apaches, era la lengua más hablada en esta época, a finales del siglo XIX.


Los huesos de Billy reposan hoy en un viejo cementerio militar, en Fort Summer, acompañados por otros dos compañeros de sus andanzas, Tom O´Folliard y Charlie Bowdrie.

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