domingo, 15 de agosto de 2010

Hijos de Witiza




Yo no lo quito


1.-Un poco de Historia.



Durante los primeros siglos de la Era Cristiana, Roma dominó el Mediterráneo, y por eso fué llamado "Mare Nostrum", porque incorporaba completamente a su imperio la costa meridional y la septentrional, como puede verse en este mapa que indica la extensión del imperio Romano en el siglo IV (año 395).






En este mapa puede verse que la Galia, Hispania y la Mauritania Tingitana (lo que más tarde ha sido el Marruecos Español) están coloreadas de amarillo porque esta última región dependía de la diócesis de Hispania que, a su vez formaba parte de la Prefectura de la Galia.




Más al Este, comprendiendo lo que hoy es Argelia, Túnez y Tripoli, la orilla africana constituía la diócesis africana (color azul) dependiente de la Prefectura de Roma, y a continuación la diócesis de Egipto (color rosa) dependiente de la Prefectura del Este.




Esta era, por tanto, la situación política del Norte de Africa 176 años de que naciera en la tríbu árabe de Quraysh un niño que pasaría a la Historia con el nombre castellanizado de Mahoma. Y, por supuesto, doscientos años antes de que comenzara la predicación del Islam.





El norte de Africa no sólo se romanizó, sino que se cristianizó; y por eso de Africa salieron emperadores romanos como Septimio Severo, nacido en la colonia de Leptis Magna, Teólogos como San Agustin, que fué Obispo de Hipona y Papas como San Victor I y San Melquíades; este último, probablemente nacido en Argelia a pesar de tener un nombre griego.




En el año 1570 aparece un mapa de Africa titulado como "Africae Tabula Nova", en el que toda la costa mediterránea se señala con el nombre de "Barbaria". Toda esta costa es asilo de piratas berberiscos dependientes del Imperio Otomano. La palabra Marruecos no aparece por ninguna parte.



En este mapa dibujado en el año 1760 por un ingeniero de la marina francesa, aparece todo el territorio al norte de la cordillera del Atlas dividido en Reino de Marruecos y Reino de Fez. Este último es el que corresponde a lo que llegó a ser el Protectorado español.

Cuenta la Historia que cuando el caudillo Ukba ibn Nafi conquistó todo el Magreb, cuando alcanzó la costa atlántica metió el caballo en las aguas del océano y proclamó que Allah era testigo de que ya no quedaban más tierras que conquistar.

Pero estaba equivocado porque no contaba con que el Conde Julian estaba en Ceuta y con él los hijos de Witiza, y entre uno y otros consiguieron meter en Hispania un grupo no excesivamente numeroso de bereberes y árabes que, con nuevas hornadas, llegaron a conquistar más de media Hispania. Y así lo cuenta el Poema de Fernán González

Ahora, cuando parece que la Historia quiere repetirse, tampoco nos faltan hijos de Witiza. Aunque no los llamemos "hijos de Witiza", sino hijos de otra cosa.

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