martes, 27 de julio de 2010

Miscelanea





Yo no lo quito

1.-La chusma y el Papa


A los chiquitos de Roures no les hace ninguna gracia eso de que el Papa venga a visitar España, primero en Santiago de Compostela y más tarde en la Sagrada Familia de Barcelona. Y, en consecuencia, ya empiezar a tocar las narices con eso de lo que cuesta el viaje del Papa. Lo que no sabemos es a quien le cuesta, aunque nos figuramos que una buena parte de los gastos, si no todos, la vamos a tener que pagar los católicos. Y si así fuera, lo haríamos con mucho gusto.





En cualquier caso, la campaña contra el viaje del Papa ya ha empezado. Y lo hace, naturalmente, la punta de vanguardia zapateril. Vanguardia de la chusma que nos gobierna a las órdenes de este inútil tan pernicioso para la salud material y espiritual de los españoles. Y eso en uno momentos en que la Iglesia, a través de Caritas, está llenando los estómagos de familias de parados creados por este mamarracho. Vean esta portada







Ya han echado las cuentas, y resulta que cuatro millones ("más de cuatro millones") es lo que nos va a costar la visita de Benedicto XVI a España. En su día ya lo hicieron cuando la visita a Valencia. Pero no comentan nada de esta otra noticia que también nos dice en qué se han gastado otros cuatro millones, que esta vez van a parar más allá del Pirineo.








2.-El abuelo de Zapatero



Sobre el abuelo de Zapatero se han escrito muchas tonterias, tanto por sus defensores como por sus detractores. Y ello por desconocimiento de lo que es la vida militar. Por ejemplo, a uno le ha hecho mucha gracia eso de que a un Capitán de Infantería, que "se había distinguido mucho en la lucha contra los mineros de Asturias" en Campomanes, una vez terminadas las operaciones, lo pasaran a la situación de disponible forzoso. No sería en premio a su notable actividad al servicio de la República, cuando la revolución en Asturias dió lugar a la concesión de tres Laureadas y más de treinta Medallas Militares individuales.



También se ha escrito que cuando el Capitán Rodriguez Lozano estuvo en Africa, combatió a las órdenes, "nada menos que de Sanjurjo", ignorando que en aquella época todos los oficiales destinados en Africa estaban a las órdenes "nada menos que de Sanjurjo".



Otra cosa que se dice, aunque sin saber de qué se trata, y que es cierta, es que el Capitán Lozano era el ayudante del Coronel Lafuente Baleztena, que mandaba su Regimiento. Pues bien, un ayudante no manda Compañía, sino que su misión es estar junto a su Coronel. Por eso, en una visita a Campomanes recibió una rociada de disparos seguramente cuando acompañaba a su "señorito" o se encontraría allí para transmitir una órden, pero no por hacer estado combatiendo a los revolucionarios, precisamente, porque no mandaba Compañía.






En cambio, lo que queda claro es su pertenencia a la masonería, como indica este diploma que lleva la fecha de 27 de agosto de 1933, un año antes de las operaciones en Asturias.


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