miércoles, 28 de octubre de 2009

Amicus Plato (3)


En diciembre de 1930 se produce en España un golpe militar contra el régimen legalmente establecido, que era la Monarquía. Una serie de oficiales dirigidos por el Capitán D. Fermín Galán, antiguo oficial legionario en Africa, pero conspirador contra la Dictadura de Primo de Rivera y la Monarquía, proclama en Jaca la República con tropas del Regimiento de Infantería Galicia, y del Batallón La Palma. Las tropas se dirigen a Huesca, pero en Ayerbe tiene lugar un enfrentamiento con tropas leales y mueren allí varios soldados y el general Las Heras, que era gobernador Militar de Huesca. Anteriormente ya habian muerto en Jaca varios Guardias Civiles y carabineros. Los sublevados son detenidos y el dia 14 de diciembre son fusilados, tras un Consejo de Guerra sumarísimo los Capitanes D. Fermín Galán Rodriguez y D. Angel García Hernández.



La decisión de derribar a la Monarquía está bien explicada en el bando que el Jefe del Comité Revolucionario hace repartir por las paredes de Jaca.




Este bando publicado por Fermín Galán en el que se amenaza con "fusilamiento sin formación de causa" debería ser suficiente para que las fuerzas progresistas rechazaran el papel desempeñado por el militar golpista. Debería, pero no lo es. Fermín Galán es un militar progresista y, por tanto, ensalzado por la progresía actual, como hizo también la República con el "precursor". Esto es algo que todavía no ha aprendido la derecha española. Todo golpista "progre" deja de serlo para quienes se benefician de su golpe. El Juez Garzón debería tenerlo en cuenta. máxime cuando en Jaca hubo unos cuantos muertos que poder restregarle a Don Fermín Galán Fernandez.



Pese a ello, el ilustre historiador Eduardo PonsPrades , en el libro titulado "Años de muerte y esperanza" afirma lo siguiente:


"La Segunda República se proclamó el 14 de abril de 1931 a consecuencia de unas elecciones municipales (12 de abril) que dieron la victoria a los candidatos republicanos.Fué saludada por la mayoría de los españoles- y en particular por el pueblo llano- con esperanzado fervor. Llegaba el nuevo régimen sin que se hubiera registrado la menor violencia, sin haberse derramado una sola gota de sangre."



Pero a nadie se le ocurre preguntar a este "historiador", qué puñetas pintan en este cartel estos dos militares.





Y si ustedes se preguntan qué tiene que ver Luis Companys con todo ésto, les diré que a partir de la proclamación de la República es cuando Companys empieza a dejar de ser un casi desconocido fuera de Cataluña, para entrar en las páginas de la Historia.
Pronto hablaremos de ello.



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