miércoles, 16 de septiembre de 2009

Cultura progre

Las salpicaduras del mayo-68 son, a nuestro entender, las responsables de la crisis educativa que está padeciendo España. Alumnos con una formación más que deficiente, alumnos que abandonan los estudios, mala educación a todos los niveles, etc. etc. Y parece que están empezando a darse cuenta de que por ese camino no se puede ir a ninguna parte, que es a donde nos está llevando la progresía andante.


Los niños que estaban en el colegio el año 1968 tiene ahora más 50 años. Son, por tanto, los padres de esta juventud que nos está dejando en Europa a los piés de los caballos. Pero ¿Como pudo llegarse a esto? Pues ahora lo verán.


Todo empezó cuando en el Congreso de los Diputados una concejal comunista del Ayuntamiento de Madrid, trasladada luego al Partido Socialista, provocó el siguiente escándalo



Si les interesa saber quien era esa concejal comunista les diremos a los jóvenes que nos leen que se llamaba Cristina Almeida y era hija de un periodista extremeño que estaba preso por los rojos cuando las tropas de Yagüe entraron en Badajoz y lo sacaron de la cárcel. El periodista se unió entonces a los legionarios y regulares de la columna Yagüe para realizar a partir de entonces las labores propias de su oficio.

¿Qué es lo que propugnaba ese "Libro rojo del Cole"?, Pues para empezar vean la portada del libro


que nos presenta a un jovencito que le hace un elegante corte de manga a una persona mayor que bien podría ser su padre o su maestro. O sea, la quintaesencia de un joven progre.


Aunque no solo se trataba de eso porque, aparte de unas normas de educación sexual, también se introducian en el libro otra normas de educación "revolucionaria"
de donde podría deducirse que, aunque en el libro se menciona la paz, hoy tan cacareada, no se dice lo mismo si ésta es "revolucionaria", en cuyo caso la guerra parece ser un bien deseable.


En cualquier caso, lo que es evidente es que el primer objetivo de esta actitud revolucionaria
y progre es el maestro. Ahora La Presidenta de la Comunidad de Madrid pretende dotar de autoridad a los enseñantes, lo que nos parece bien, pero no dejamos de preguntarnos si una buena parte de estos enseñantes no son también producto del 68 y culpables de la actual situación que ha llevado a muchos españoles a gastarse una buena parte de sus ingresos en las escuelas privadas con formación religiosa evitando caer en la escuela pública. Sacrificio que, sin duda, les ha de proporcionar sus frutos. Y conste que no somos partidarios de eso. ¡Qué más quisiéramos nosotros que la enseñanza pública ofreciera las mismas garantías!


En cuanto a la noticia esa de que Cristina Almeida tenía un padre "fascista", tampoco se escandalicen porque la actual Ministra Salgado es hija de un falangista gallego que, a los 17 años, se alistó para ir al frente.
¡Ay si Franco resucitara...!

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