lunes, 1 de junio de 2009

Antonio Gaudí en la memoria histórica

Dentro de pocos dias va a cumplirse el aniversario de la muerte del gran Antonio Gaudí. Fué el dia 9 de junio de 1926 cuando un tranvía lo atropelló en el cruce de las calles de Bailén y Gran Via de Barcelona. Gaudí era un hombre que vivía muy austeramente y se pasaba la vida vigilando las obras de la Sagrada Familia. Además era soltero y no tenía una esposa que le obligara a vestir decentemente; por eso al principio lo confundieron con un anciano vagabundo sin oficio ni beneficio, y hasta varios taxistas se negaron a trasladarlo a un hospital. Menos mal que un Guardia Civil se hizo cargo de él y se lo llevó a la Casa de Socorro de la Ronda, y de allí al Hospital de la Santa Cruz donde falleció al dia siguiente.

Al morir, el templo de la Sagrada Familia estaba, poco más o menos, como puede verse en esta foto, y sus amigos y compañeros le prepararon el entierro en la hermosa cripta que Gaudí había terminado.

Diez años más tarde, exactamente el 21 de julio de 1936, los "defensores de la legalidad republicana" no tuvieron mejor ocurrencia que quemar el templo, como habian estado haciendo con el resto de las iglesias de Barcelona, pero como la piedra y el yeso no son combustibles, lo único que pudieron quemar fué la oficina técnica con los planos el mobiliario, y demás accesorios que se podian quemar. Esta foto muestra el incendio que tuvo que sufrir esta parte del templo.

Terminada esta faena consideraron la posibilidad de quemar también al arquitecto que había construido el templo, y no lo hicieron porque pasó por alli un artista muy famoso, sobre todo entre los lectores del TBO, que se llamaba Ricardo Opisso, que consiguió disuadirles de que profanaran la tumba de Gaudi. No pudo evitar, sin embargo, que lo hicieran con la tumba de dos benefactores de la obra y amigos de Gaudí, Dalmases-Bocabella, cuyas cadáveres fueron sacados de la tumba.

Pero no termina aquí la cosa, porque meses más tarde aparecieron por allí unos policías para buscar armas en la tumba de Gaudí (siempre buscando armas en los templos) pero, abierta la tumba y vistoque allí no había ametralladoras, fusiles ni bombas de mano, el ataúd no fué profanado.

En estos momentos lo que se teme es que el paso del tren de Alta Velocidad cerca de los cimientos del templo, provoque una catástrofe. Recemos para que esto no suceda.